lunes, 31 de mayo de 2010

No fue lo esperado

Veía a mi padre, postrado en la camilla, millones de cables le traspasaba el cuerpo hundido de fiebre. Parece tan débil, impotente. No es como las otras veces, que sus ojos eran como una tormenta sobre exaltada de furia, sus palabras como el viento violento, ya todo eso se fue apagando de a poco. Y ahora, tan indefenso como un pequeño perro mojado. No me importaba, pero era tan visible que solo le quedan horas de vida. Poseía unas enormes bolsas negras debajo de sus ojos casi ausentes. Padece de una palidez latente, como las sabanas, el mármol blanco de las paredes, como los glóbulos blancos del elefante muerto. El sabia que no me importará como terminase, pero es inevitable no estar triste o solo un poco. Miró de reojo al otro lado de la camilla, trato de moverse, pero los tubos que respiran por el retrasa cada movimiento, jadea un poco.
-¿Te ayudo?-, murmuré casi sin hablar.
-Alcánzame esa cajita...-, vociferó mi padre.
Me pare, di la vuelta a la camilla, diviso una pequeña caja de cartón. La agarré. Era liviana, suave como ojos de terciopelo. Se la deje a un costado de sus piernas, entre el brazo derecho. Me volví a la silla.
-Es para vos...-, susurró, mirando el piso.
No esperaba ningún objeto proveniente de el, pero si solo era su ultimo pedido de piedad, lo dude...lo sostuve nuevamente en mis manos.
-¿Que es?, pregunte.
-Solo lo abrirás cuando sepas que es el momento indicado-. ¿Es como esas películas donde muere el viejo y le deja una pequeña herencia al niño, que lo guiará toda su vida?, pensé. No fue lo que esperaba.
-Ahora...-, dijo mi padre con ojos de tormenta- Ándate de acá pendejo-. ¿No podríamos terminar en paz?, ¿era necesario decir eso, acaso no podría sacarse su maldito orgullo?
Me levanté y salí, al irme eche la mirada hacia atrás, y veía su cara desvanecerse, había cerrado los ojos durante mi transcurso a la puerta. Ese fuego que posee la gente la vi desaparecer en mi padre. Una gran línea cruzaba parte de su corazón y luego se fue. La vi a mi madre llorar en el pasillo, a mis hermanos y una gran masa de gente derramando lagrimas en el pasillo. Me dolía ver a mi madre llorar así.
Tenia la necesidad de salir, ya no soportaba ese hedor a flores de hospital. Era un día esplendido, lleno de luz, de mariposas y de gaviotas que rebosan de tanta vida. Los muertos no me necesitan. Caminé algunas cuadras, sostenía la caja en mi mano izquierda. Parece que no llevase nada adentro, seria una gran paradoja viniendo de mi padre. Pero tenia la duda. Había una plaza, horriblemente enrejada, entre y me senté debajo de un árbol que hacia algo de sombra.
"¿Ha muerto mi padre?", pensé..."si" respondí rápidamente. Sumergí la mano en unos de los bolsillo del pantalón y saque un cigarro aplastado, lo prendí y lo fume lentamente. Levanta la caja y la puse entre mis piernas, no sabia si era el "momento indicado", pero lo abrí. Una gran flor azul asomo luego que quitase por completo la tapa. Mierda, era tan hermosa, luminosa. Un azul profundo como el abismo del océano. No se por que, pero no la podía tenerla tanto tiempo en las manos. Sinceramente no era para mí esa hermosa flor. Una pequeña pelota roja rebota en mis piernas, se acerca una niña. Tenía un lindo vestido celeste con rosas en los bordes.
-Que linda flor señor-. Rió la niña. Cierro la caja con la flor dentro, la extiendo sobre la redonda cara de la niña.
-¿Para mi?-, no dije nada, solo asistí con la cabeza moviéndola pálidamente hacia abajo y arriba. Agarro la caja, luego la pelota y se fue brincando, luego se confundió con la gente.
Termine el cigarro y oscurecía. Me levante y me fui de la plaza. Las luces del día se habían ido. Me pareció que esa tarde fue el momento indicado para abrir esa caja.
La niña se habrá olvidado de la flor, pero como en el primer momento que miramos la flor, fue lo más hermoso que vimos en aquel día.

sábado, 29 de mayo de 2010

Nunca estamos explotando de felicidad

¿Se habrá apagaron las endorfinas?
Lo dudaría, pero las imagenes se retorcieron
en papales viejos. Pero tengo la certeza de
que el tiritar de mis manos es causado por
relampagos de miedo, pero no estoy familariazado
el por que del miedo. ¿Melancolia?, los cables
se cortaron y dejaron demasiado humo en el
interior de cuerpo. No ha sido una semama mala,
tranquilamente, caminando fumando un cigarro,
quemando flores rotas, trataré de llevar
una vida dentro de 7 vidas. No hay que tener
miedo, los fantasmas no existen.

El virus de la realidad



El dia miercoles 08-10-08
yo entregué al al cuerpo médico psiquiátrico
del Hospital de Clinícas un trabajo político
de orientación decidídamente anarco-comunista.
No tengo forma de saber como cayó ese trabajo
político en el cuerpo psiquiatría.
Deseo saber eso.

viernes, 28 de mayo de 2010

Mirtazapina (Cadaver exquisito con Travelver)

Un cristal rojo infierno,
parece de haber tenido razón, grito:
"CUIDADO, AHI VIENE ALGO DE LLOVIZNA"
Un canto de luz apesta a cocaína, nunca
le escupirá la mano el que le da de comer.
El gato salto en la mesa y nada de esto
parece verdad,
y dejemos de escribir.
Recetas caducadas ¿Fueron infundadas la
esperanza de los parientes?
Eclipse lunar junto al fogón,
el indio muerto bebe un trago de sombra.

Excipientes C.S.

lunes, 24 de mayo de 2010

Yer Blues - Beatles

Sí, estoy solo, quiero morir
sí, estoy solo, quiero morir
si no he muerto aún
oh, nena, vos conocés la razón.

Por la mañana quiero morir
por la tarde quiero morir
si no he muerto aún
oh, nena, vos conocés la razón.

Mi madre era del cielo
mi padre era de la tierra
pero yo soy del universo
y sabés lo que eso significa.

Estoy solo, quiero morir
si no he muerto aún
oh, nena, vos conocés la razón.

El águila picotea mis ojos
el gusano lame mis huesos
me siento tan suicida
como el Sr Jones de Dylan.

Estoy solo, quiero morir...

Una nube negra atravesó mi mente
una niebla azul envuelve mi alma
me siento tan suicida
que hasta odio mi rock and roll.

Quiero morir, sí, quiero morir
si no he muerto aún
oh, nena, vos conocés la razón.

....shit

Dia de mierda

4:30...siempre son 4:30
Sigue el constante goteo de la canilla
a veces es tan constante que se difusa
en la ausencia. Son nueves cigarrillos aplastado
entre si, rodeado de cenizas grises.
El clima se asemeja a las cenizas.
Cae la lluvia gris y apaga lo que alguna
vez estuvo prendido.
Mañana es 25 de mayo, día que nos liberamos
de los Españoles, pero no de Europa.
Espero que todos agiten sus banderitas
celeste y blanca y griten algo parecido
a "Viva la Patria!". Es solo un día donde
todo parece bonito, sin problemas, excepto para los
vagos que vociferan en las esquinas, espero que
tengan una botella de tinto entre las gotas secas
de sus vidas.
Un día en la plaza, mientras comía pan y tomates con abundante
sal, vi como una pequeñas araña enreda con sus hilos a una gran
mariposa de color anaranjado. Fue raro, estamos inmersos en una gran
espacio y algún día nos toparemos con una gran red que nos detendrá
de nuestro camino. No hay nada que hacer. Subí a la terraza, el viento
era húmedo, las gotas chisporrotean en el suelo. Prendo un cigarro,
y es el décimo, es bonito el numero diez. Seguí fumando el cigarro esperando
que algo suceda, la lluvia casi desaparece, termine el cigarro y tuve algo
que decir sobre este maldito día.

viernes, 21 de mayo de 2010

Frio

Un gran hombre irrumpe en mi casa, no posee cara ni tampoco un corazon que late,
posee un arma de cañon corto, lo miro y echo a correr pór toda la casa. No puedo pensar en una escapatoria transitoria, asi que me tiro debajo de la cama. No habia un colchon y la madera trasparente mi espalda, lo veo desde abajo y me apunta con su arma. Empiezo a llorar, pero el hombre carece de cara, no me ve, ni siente lo que trato de expresar. Dispara...las balas caen en mi espalda como grandes lienzos de hielo. Tan frio como la melancolia que crece cada mañana sin dormir, y despierto sin saber que habia dormido siquiera. Y me alegro que solo fuera un sueño, pero la melancolia sigue en mi cuerpo, tan frio como los lienzos de hielo que traspasaron mi espalda hasta penetrar algo de mi corazon.

jueves, 20 de mayo de 2010

Dumb - Nirvana

No soy como ellos pero puedo aparentarlo
El sol se ha puesto pero tengo una luz
El día se ha acabado pero me estoy divirtiendo
Creo que soy imbécil o quizá sólo sea feliz

Creo que soy feliz

Mi corazón se ha roto pero tengo pegamento
Ayúdame a inhalarlo para arreglarlo juntos
Flotaremos y nos colgaremos de las nubes
Después bajaremos y tendremos una resaca

Tendremos una resaca

Desnuda al sol, duérmete
Anhela el alma, es barata
Lección aprendida, deséame suerte
Alivia la quemadura, despiértame
No desesperes, ni siquiera por el hecho de que no desesperas. Cuando todo parece terminado, surgen nuevas fuerzas. Esto significa que vives. Kafka

La tormenta ya pasará...

miércoles, 19 de mayo de 2010

Fue un dia de nubes lloronas.

Fue un día de nubes lloronas cuando me dispuse a
que la lluvia me llevase al océano. Esperaba ansioso
debajo de un árbol, a unos metro un pequeño pajarito
recién nacido yace estampado en el pavimento. Era
joven para volar, lo que mas se le notaba eran las
pequeñas vértebras y el orificio del ojo derecho.
Seguía lloviendo y las ratas empezaron a emerger
de las alcantarillas inundadas. Las calles estaban vacías,
solo era presente las grandes gotas cayendo del cielo.
Era algo triste y hermoso. Tanta agua para bañar a millones
de caballos marinos, y los peces sabrán aprovechar la oportunidad
para besarnos los talones. Yo seguí esperando una gran ola
que me ahogase y me tirase cerca del mar, pero eso no sucedió.
Dejo de llover, las ratas volvieron a las alcantarillas, los peces
besaron algunos tobillos y volvieron a los arroyos, los escucho
toneladas de agua yendo para un singular lugar. Las piedras
son movidas con la fuerza del agua. Tanta agua, pero ninguna gota
me toco los hombros, y todavía seguía seco, debajo del árbol,
esperando que volviera a llover y que una gran ola cayera de abismo
y me llevase lejos de todo. Lejos del orificio vació del pájaro muerto que
sonríe desde el pavimento.

Un maravilloso recuerdo...

Mi madre me decía, "¿Cuidado con el picaporte, no ves que te podes cortar, Fabio!"
yo miraba el picaporte del placard, me asechaba, no tenía ojos, pero sabía que me miraba, sabía que esperaba a que me acercase y lo agarrase. Solo para asegurarse que tenía que hacerle caso a mi madre. Me cortaría y saldría corriendo por un poco de azúcar para parar la hemorragia. Tenia un cordón atado en donde empezaba el picaporte de metal oxido, hasta los 5 años nunca abrí el placard. Estaba solo la pieza, era un lunes, había faltado al Jardín por que volaba en fiebre. Mi madre forjaba esperanza en el hospital cuidando a mi hermano menor. Natalia, mi hermana, miraba la tele en el comedor, se pintaba todas las uñas de la mano de negro, al finalizar se miraba como le quedaba y luego se lo sacaba, luego volvía a pintarse pero ahora de violeta. Ya había bajado la fiebre, me sentía con mucha fuerza.
Fui al comedor y le pedí a mi hermana algo de comer, me preguntó si quería una manzana, en un fondo no quería una manzana, pero no podía decirle que no a los hermosos ojos marrones. Salio hacia la cocina y yo me pare en la puerta de mi habitación (que como siempre compartí con mis hermanos), salio con una gran manzana verde. "Mejor que la comas toda", sonrió y se fue de nuevo al comedor. "Gracias" le grite a la espalda. Me fui a la pieza a recostar, mi cama daba a la puerta, miraba por el vidrio las nubes que corrían con lentitud por el cielo. Me pasaba horas mirándolas. Volví la mirada hacia el placar, los ojos ausentes del picaporte me miraban, eran algo extraordinario, me susurraba, llamándome. Había un agujero en mi manzana, parecía haber algo dentro de la arenilla acida, mire, un gusano grisáceo asoma la cabeza en el pequeño agujero. Solté la manzana con asco, cayo al suelo y rodó hacia las profundidades del suelo. El picaporte se empezó a partir de la risa, tenía los ojos inundados de lágrimas, me sentía avergonzado. Salí de la cama y me de dirigí directamente al picaporte, lo agarre con toda mis fuerzas y abrí la puerta. Ropa, pantalones, camperas y algunas remeras. Al cerrar la puerta un hilo de sangre recorre los cajones del placar. Era algo anormal, pero no estaba asustado o alterado, veía las gotitas caer al suelo de madera. Salí caminando hacia la cocina y busque azúcar, la unte en la herida, la sangre salía por los pequeños copos de azúcar. Se volvían bolas de azúcar enrojecidas y caían en la canilla. Me puse un poco mas de azúcar y luego la limpie con bastante agua, dejo de sangrar, pero la herida seguía latiendo, hasta apagarse por completo. En el dedo índice quedo una línea más blanca que la palma y nada más. No era gran cosa. Fui hacia el comedor, mi hermana ya se había pintado las uñas de violeta, ahora tomaba algo de jugo. "Naty, se me cayo la manzana al suelo y se lleno de bichos", le dije con cara de tonto. "Otra vez lo mismo, bueno anda a dormir un poco". Me di vuelta y fui hacia la pieza. El picaporte yacía muerto, entre a la cama, miré un poco las nubes a través de la ventana y me quede dormido.

Fabio



Tengo la habilidad de sonreír
mientras el cerebro llora silenciosamente.
Tuve la oportunidad de opacar el espejo con sudor
compartido pero lo reduje en un no, solo para dejar
de lastimarme. He corrido acompañado, dejando las luces
de los días atrás, hacia ningún lugar, estoy en un abismo
muy pequeño. La verdad no es nada bonita,
el amor es hermoso, pero la herida es mortal. Si alguna
vez existió fue por que unas manos del cielo taparon mis
ojos. Necesito salir de mí, mezclarme con el viento e irme.
¿Quien me ayudará a mover los dedos?
Me acompaña mis dos gatos, acurrucados en la cama,
sus pequeños ojos de canica saben que no estoy muy
bien, están acá conmigo.
¿Donde estoy cuando quiero correr?
¿Adonde me voy cuando digo adiós?
¿Adonde esta Fabio cuando quiero hablar?
¿Adonde estas cuando quiero irme?
Son tantas las preguntas pero pocas las respuestas.

lunes, 17 de mayo de 2010

Adiós

Tengo una flor de grandes espinas
que sobresale del corazón, ya echo raíces
por todo el cuerpo. Le basta con solo mis
lagrimas para permanecer viva y algunos
rayos de sol, cuando me digno a salir de
la oscuridad.
Es resistente y sus espinas no me han tocado
con tanta furia.
A veces, cuando el invierno la trata mal,
suelta algunos pétalos, se secan y se impregna
en mis manos. Yo le digo, "No te marchites"
lloro un rato y dejo caer mis lagrimas es sus raíces.
Cada día envejezco mas, pero la flor sigue esplendida.
Solo necesita de lagrimas y pequeños rayos de sol.
No se preocupa si lloro de felicidad o de tristeza,
yo tampoco.
No la dejo que nadie la vea, es maravilloso saber que
solo la veo yo.
Cuando duermo, la flor canta algunas sinfonías.
Ayer empezó a marchitarse, lloré y lloré, pero no deja de
enmudecerse. Murmura, "Perdón, pero tu corazón ya
no me necesita", supe comprender de sus hermosas palabras.
La tome del tallo, sus espinas penetraron en la palma
de la mano. La arranque con delicadeza. La plante en una
maseta con tierra húmeda. Algunas gotas de sangre traslucieron
en sus pétalos rojizos, y la deje inmersa en el océano del sol
que cae desde el cielo. Quedo inmóvil, bella.
"Adiós", le dije y quedo cantando con el viento, igual
que un candelabro de cristal.
"Adiós", dijo la flor.
Todo el mundo la ve desde entonces,
y me enorgullece que por algún momento necesito
estar dentro de mi corazón.

domingo, 16 de mayo de 2010

I feel like a bug...

Iba hacia la estatua de la plaza, ya llevaba una hora esperando. Los dedos los tenía congelados, púrpura. El sol caía en los ojos como una avalancha en una pequeña montaña azulada. Veía a los niños jugar, como antes yo lo hacia. Sin ninguna preocupación encima. Todo era muy confuso, extraño, raro, retorcido, deforme. Claro que en un buen sentido. Me senté en un asiento de cemento, tenía un cigarro en la mano. Cigarros y caramelos.
Las palomas volaban en conjunto, por toda la plaza. Parecen no hacer nada, pero a veces, son siniestras. Una se poso en mi hombro, me picoteo fuertemente la conciencia. Mejor dicho la realidad. Parecía ser una paloma vieja, murmuraba en cada picotazo. "Rómpase la cabeza con un fierro, planten tulipanes bajo la lluvia pero nunca se enamoren" ¿Como una paloma puede decir tal cosa? entonces ¿En que creeremos para vivir? Sentí furia, ese es el único sentimiento que pude validar. Le di un manotazo. Era un ave rápida e inteligente. Tenia un horrible color negro griseaso. Voló de nuevo y volvió fugazmente a mí. Picoteo, pero esta vez fue la cara, cuando reaccione, tenia el rostro destrozado. Le golpee una de las dos alas, cayo, no supe que hacer, pero igual lo hice. La paloma movía sus alas pálidamente, todavía sufría, me vengue... ¿Porque me vengue? A unos metros aquella mujer, que veía su cara tan apoca como la luz de la luna, miraba aterrorizada. ¿Que esperaba? ¿Lo esperaba? ¿O era mejor que decir algo más? Mire la sangre que salía de mi pie derecho, cayendo a una rejilla. Goteaba tan fuerte, que podían escucharlas todas las personas. Levante la cabeza, la veo a ella, la vi, desapareció entre la ausencia de las personas. Me di vuelta, todavía tenía el cigarro prendido, lo termine de fumar y lo tire a la vereda. A nadie le importo.

In my Life - The Beatles

There are places I'll remember
All my life though some have changed
Some forever not for better
Some have gone and some remain
All these places have their moments
With lovers and friends I still can recall
Some are dead and some are living
In my life I've loved them all

But of all these friends and lovers
There is no one compares with you
And these memories lose their meaning
When I think of love as something new
Though I know I'll never lose affection
For people and things that went before
I know I'll often stop and think about them
In my life I love you more

Though I know I'll never lose affection
For people and things that went before
I know I'll often stop and think about them
In my life I love you more
In my life I love you more

viernes, 14 de mayo de 2010

Padre

No alcanzaba los 7 años, y podía comprender lo raro que es la vida. La lluvia borraba los rayones de tizas que dibuje en el suelo, las mariposas se habían ido hacia otro lugar, donde yo no podía verlas. Lloraban por alguna razón, pero no me importaba. Recuerdo el patio inundado de hojas secas y el ladrido de los perros que subían y bajaban las escaleras. Tenía puesto unos zapatos de mi madre, mis pequeños dedos no alcanzaban la punta de los zapatos, no podía caminar muy bien, pero me gustaba llevarlos. Ese día llovía toda la tarde, había pocos rayos de sol y un cielo anaranjado con nubes volátiles. El gato que bajaba del hotel de arriba se había acostado en la entrada del comedor, le molestaba que salpicaran las gotas en sus ojos. Lo lleve hacia mi pieza y lo arrope con algunas sabanas. Le acaricia la cabeza y empezó a ronronear, tenía los ojos más profundos que vi en mi vida. Celeste y grises, como las cenizas del cigarrillo que fumaba mi madre antes de ir a trabajar. Limpiaba en una casa, o algo parecido, los dueños siempre llegaban demasiado tarde a su casa y mi madre, preocupada por nosotros, volvía sin una moneda. Una sola vez la vi demasiada contenta.
Como todas las noches, mi padre va a la estación Constitución a vender desodorantes, iba y volvía en los trenes. Veía todos los paisajes repetidos en sus sueños, a veces se levantaba con la lejanía del ruido de los motores oxidados de los trenes. Esa noche, cuando la lluvia dejo de caer, le pedí si lo podía acompañar. Solo movió la cabeza hacia arriba y abajo. Dejamos atrás la puerta de madera podrida de nuestra casa, y caminamos algunas cuadras, yo saltaba los pequeños charcos que agua cristalina, mi padre me gritaba diciendo "¡No me mojes los pantalones!". Igual, yo lo seguía haciendo, tratando de no salpicar mucha agua.
La estación estaba impregno de personas, se movían como las cucarachas al ver la luz. Sus caras eran borrosas, de un color cobre oxidado. Nos posamos abajo del reloj que marcaba las 8 de la noche. Las agujas hacían un ruido metálico en toda la estación. Esperamos a alguien, parece, no lo se. De un lado del reloj, una mujer pelirroja movía los tacones con desden, y produciendo un orgasmo en su pelo enredado. Saludo a mi padre con tanta gracia, sus ojos escondían algo, sus caras padecían un profundo secreto. Se reían, y me miraban, yo trataba de desviar la vista hacia unos de los puestos de comida chatarra. Cuando despintaban sus miradas de mi, los veía de reojo, como se agarraban de la mano, se reían, todo el tiempo se reían. Nunca vi a mi padre reír así con mi madre. A veces la vida es rara. No se por que lo hice, ni tampoco por que lo volvería a hacer, corrí hacia aquellas dos personas, la pelirroja y me padre. Yo reía, ahora ellos no tanto, zamarreé el bolso con los desodorantes. El bolso se rompió y cayó en el suelo. Los desodorantes rodaron por la estación, algunos desaparecieron entre la gente. Mi padre trato de guardar la mayor cantidad posible, su cara de redujo a un gran cero, sus cejas se tornaron viento y su boca como una gran trituradora de carne. Sus ojos se dieron vuelta, y dejo de reír, tiro un manotazo en mi cabeza y caí contra el suelo. Algunos relámpagos explotaron en mi cráneo, un fluido olvidado corrió por mis vértebras, deje de sonreír y la gente camina indiferente. Olvide todo lo sucedido, el también, la pelirroja se había ido hacia los andenes. Esa noche olvide quien realmente era, desde ese momento la única solución era tirarse al piso y luego olvidar las lagrimas de mi madre. Mi padre esa noche no dijo ninguna palabra, yo tampoco. ¿Todo eso fue un sueño?, creo que no.

lunes, 10 de mayo de 2010

Paris



Recuerdo soñar, un día caminar las tranquilas calles de Paris,
el aire era tan puro como si estuviera levitando en el espacio.
Recuerdo estar acompañado con alguien, pero no la conocía.
Me decia algunos chistes en francés y yo reía a pesar que nunca
hable francés, pero me reía.

Le agarraba de la mano y nos sentábamos en un banco a contemplar
el sol esconderse en los pinos, la luz era tan brillante que
se hundía hasta en los mismos sueños. Movió sus débil ojos y dijo:
"Ne me quitte pas"
Me sostuvo de la mano con tanta firmeza que deje rodar una lagrima
entre mis parpados, dije:
"Je ne laisserai jamais"

Las flores se deslizaban en las calles de piedra caliza y todo el mundo
dejo de rodar, fue un instante que solo estuvimos nosotros dos en la enorme
cuidad. Yo lloraba de felicidad, los pies se empezaron a mojarse.
"Je t'aime", dijo, yo tambien se lo dije en el oído.
Nunca supe quien realmente era, las lagrimas empezaron a inundar toda Paris.

Nous verrouillé yeux, et l'océan de larmes nous étouffait. Je l'aime, elle m'aimait. Je n'oublierai jamais ce rêve

¿Noche?

Confieso que en el momento que tenia que escribir
no lo hice, solo me ate las manos y los pies
borre la boca para no decir mas ninguna palabra.

La noche no es comparable con la soledad de un niño
que desea desaparecer del mundo...¿desaparecer?
ni yo creo en mis palabras.

La luna brillaba aquella noche de domingo
habia una vaga pelicula de neblina que sostenia
la noche. Eran las 5 de la madrugada y mantenia
prendido el ultimo cigarro. Me mantuve lo mas lucido
posible para desatar los nudos de la mente.

"Me habria ido hace mucho tiempo"
No tenia necesidad de vomitar, pero lo hice
solo para que sepas que lo haria mientras
te pudres en un ataud. Perdon...
prefiero olvidar el domingo pasado,
un telon negro luego de las 21 y media,

Fue una hermosa tarde, estuve donde exactamente
queria estar.

ELLOS NO COMEN COMO NOSOTROS - Charles Bukowski

Mi padre comiendo
sus orejas se movían
masticaba con gran vigor
yo deseaba que estuviese en el infierno.
Miraba el tenedor en su mano
lo miraba meterse la comida en la boca.

Mi comida no tenía sabor y estaba muerta
los pedazos de conversación de mi padre
se introducían en mi cabeza
las palabras caían por mi espalda
y se derramaban en mis zapatos.

"Comé Henry", decía mi madre.
El decía, "Mucha gente se muere de hambre
y no come tan bien como nosotros".
Yo quería que estuviese en el infierno
miraba su tenedor
juntaba más comida y se la metía en la boca,
masticaba con un estilo de perro
sus orejas se movían.

Yo estaba listo para las
brutales palizas que me daba
pero verlo comer traía la oscuridad,
ahí sobre el mantel,
ahí con el servilletero verde y azul.

"Comé o te cago a patadas", me decía
más tarde en la vida le hice pagar de algún modo.
Pero todavía me debe
y ya no voy a cobrar.

viernes, 7 de mayo de 2010

Hola

La melancolia trae su luz como la luna
y saca esos filosos dientes
aparece por la ventana de mis ojos
si solo pudiera decirle que la veo
ella dice que sabe como solucionarlo

Explota en una gran risa, digo "hola"
se sienta en el respaldo de la cama
saborea lo poco del corazon
con los dedos tiesos, dice "hola"

Algunas mariposas volotean en su cabeza
aprieta los dientes en mi brazo
baja la vista, ella dice "perdón"
explota en llanto y digo "hola"
Se siente las tormentas estallar en la cabeza, rebotan y desvanecen en sus labios color frutilla, volviendose arena, deslizandose en su cuerpo. Un sol artificial rodea el mundo iluminando un jardin de flores frances y primitivo, con un perfume mistico, infinito.

¿Remember?*

Esferas de cristal levitan en el aire,
esas personas no sirven, la pasan todo el dia
sacandose las pulgas, y cuando las moscas
nos ven...¿miran a una sola persona o veran a cada uno
con distintos yo?
Barcos fantasmas habitan en el inframundo,
hundieron sus sentidos en el intenso de la lluvia,
despejando sus sueños rotos en el espejo.
Es un viaje...que todos deben transitar, si no lo
hicieron se perderan en laberintos...¡FANA!

*Cadaver exquisito (Traveler, Lucky, Dimitri, Dr. mind)

miércoles, 5 de mayo de 2010

Julia - The Beatles

La mitad de lo que digo no tiene sentido
Pero lo digo sólo para llegar a ti, Julia
Julia, Julia
Criatura del océano que me llama
Por eso canto una canción de amor, Julia
Julia, ojos de concha marina
Sonrisa de viento que me llama
Por eso canto una canción de amor, Julia
Su pelo de ingrávido cielo brilla tenuemente
Parpadea al sol
Julia, Julia
Luna del alba, tócame
Por eso canto una canción de amor, Julia
Cuando no puedo cantar con el corazón
Sólo puedo decir lo que pienso, Julia
Julia, arma dormida
Nube silenciosa, tócame
Por eso canto una canción de amor, Julia
Hum hum hum
Me llama
Por eso canto una canción de amor para Julia
Julia, Julia.

lunes, 3 de mayo de 2010

Puedo esperar que el sol saga de nuevo, arriba de los arboles secos, luego de que la melancolía haya fumando todos mis cigarrillos.

domingo, 2 de mayo de 2010

SUNDAY MORNING - THE VELVET UNDERGROUND

Domingo por la mañana, elogias el amanecer,
es solo un sentimiento agitado por mi parte.
Amanecer temprano, domingo por la mañana.
Son solo los años malgastados detras.

Cuidado, el mundo esta alrededor tuyo.
Hay siempre alguien alrededor tuyo que te llamará.
No es nada en absoluto.

Domingo por la mañana, y estoy cayendo,
tengo un sentimiento que no quiero saber.
Amanecer temprano, domingo por la mañana.
Son todas las calles que tu cruzaste, no hace tanto.

Cuidado, el mundo esta alrededor tuyo
Hay siempre alguien alrededor tuyo que te llamará
No es nada en absoluto.

Tela de araña

No podía despegarme de la luminiscencia de la lampara de bajo consumo que cuelga del cable negro. Mi diminuta cabeza choca en el cristal como los relámpagos mudos chocan en el suelo. Todo parece devastado tal vez por una gran explosión de ruidos y luces lejanas, detrás del gran charco que dejo la lluvia de ayer. Las alas transparente trasluce como la opaca luz que desprende la luna y refleja algunos filamentos que contrae mis pulmones y finas arterias que conectan en cualquier lugar.
¿Cual es la gracia de estar constantemente chocando en la lampara?, ¿porque sera que ese pequeño rayo me atrae como una naranja expuesta al frió?. Ese es mi instinto, estar cerca de las luces que titilan artificialmente. Una gran ráfaga hace mover a las flores, produciendo el perfecto sonido de un candelabro de cristal torcido. El trayecto hacia la lampara se contrajo tirándome a la tela de araña que cuelga a un lado de la lampara. Sus redes de glucosa diluida se enreda en mis patas y alas. Presento un constante forcejeo para escapar de ellas, pero la paciencia se acaba y me rindo en aquel cuadriplejico circulo. Parece que mis latidos alarmaron las sincronizadas patas de la araña, sus pequeños ojos me observa desde el medio del circulo. Levanta rápidamente sus patas y corretea hacia mi.
-¿Que significa tus últimos momento de vida?-. Escupió libremente la araña en mi cabeza.
-¿Que puedo decir?, tuve mis momento cerca de las luminidades de las lamparas-. Le conteste fríamente.
-¿Como es posible que no tengas paciencia para estas cosas?-. Volvió a escupir la araña. -¿Es que no tienes sentimientos?-.
Mire alrededor, como lo haría un indígena al frente de punta de rifle que sostiene un soldado con la mano derecha y con la otra una cruz de madera torcida.
-Voy a saber que significo mi vida, ademas me aburrí de chocarme con el metal del foquito-.
-Pero, eso lo haces todos las noches, parecía estar realmente contento-. Asistió la araña.
-No lo se, por que nunca pude realmente entrar a la luz y luego de aquel impacto lo volvía a hacer con los mismos resultado-.
-Todos como tu lo hacen-.
-Si, pero nunca vi a alguien que entrara ahí. Tuve que haber tenido paciencia como la tienes tu contra tus presas.
-Para eso estamos las arañas, para escapar de las luces y entrarnos en la madera podrida y la pared humedad, tenes paciencia-.
-Anhelo tener una gran paciencia-.
-Sera imposible, somos diferente, y eso irrumpe un conflicto, así es esto, tu eres mi presa-. Dejo de escupir y mostró los colmillos que sobresale de sus ninfas. En estos momentos, un gran impulso de salvación recorrió todo mi esqueleto externo. Moví con tanta desesperación mis alas y patas, destallaban sombríos relámpagos dentro de las olas que contraen infecciones benignas sobre todo el cuerpo. Una gran ráfaga volvió a mover las flores y quebró el candelabro, afortunadamente pude liberarme de la tela de araña. Volé algunos centímetros de ahí, volví a sentir ese dulce golpe de mi cabeza sobre la luz que sale de la lampara de bajo consumo, como las otras veces, no pude entrar.
CUANDO EL ESPÍRITU SE DESVANECE APARECE LA FORMA" CHARLES BUKOWSKI

Querida

Ya es tiempo de decirlo, te amo.

Borremos estos dedos para dejar de tocar las almas de las personas que se acercan,
titilar los labios para enmudecer cada palabra de piedad, y no caer en tus labios.
Borrarnos los ojos para no vernos mas, y que a ciegas te llame y te susurre con los
labios rojos "buenas noches querida, buenas noches".

Callemos los oídos para dejar de estremecernos con el caos de las palabras, que
al fin y al cabo, pueden hacer doler y hasta ahogarme en endorfinas.
Cortar estos dedos cansados para que en algún momento, cuando el viento se los lleven y
se junten con tus manos, en alguna tierra donde el dolor es poco comparado con el amor.

Déjame un segundo en la oscuridad, delante de tus ojos y puedo llegar a decir muchas cosas, algunas estupidas y otras no tanto, pero tu sabes, querida, te extraño, pero te veo todos los días en algún sueño o en algunas plazas de césped verdes. Dibujando con la punta de los dedos todo eso que creíamos ser. ¿Donde quedaremos esta vez?

Cellemos estas palabras en una caja de papel, y guárdala en algún lugar donde recuerdes que estuvimos, cortar esos árboles que plantamos en el vacío del tiempo.
Borrar estas huellas que quedaron en el corazón , pero igual, te quiero. Algo esta dentro mio que me hace despertar cada mañana, y abrir los pesados parpados. Pienso si hoy te voy a ver, pero estas lejos, allá, en los sueños y en los espejos rojos.

Guardemos ese lugar que nos mantuvo llenos, y esperar que no se desvanesca.

Te veo, y deseo llevarte demasiado lejos, donde la vista no llegue a ningún lado, y espero que entiendas que debo estar lejos, demasiado lejos para decirte "te amo", pero sin embargo

t
e

a
m
o


"Buenas noches querida, buenas noches"

Cae

Hay algo que cae del cielo
y no es ninguna especie de figura.
Inexistente, de un valor maximo.
Una tela de humo blanco lo rodea,
no es nada que el hombre haya creado.

Desde el cielo cae, y no lo puedo
dejarlo de ver. Esta ahi y cae
constantemente. Ni las palabras son
exactas para describirlo, ya que es algo
parecido a la palabra en si, cae.

¿esto?

Debemos ponerle algun fin a todo que empezo,
un movimiento, un cambio que haga girar aquella
calesita de colores.
Al que, con palmadas hagan rodar todo un
universo y el cielo cambie de color.
Ya no es celeste, ni gris, ni rojo o cualquier
color existente.

Hay algo que cae del cielo, mejor decido perderme,
y no ver mis dedos tocando mi corazon, confundiendose
con alguna neblina, tratando que deje de sentir,
por que hay algo que cae del cielo.