domingo, 28 de diciembre de 2008

Algo diferente

No sabría explicar la relación de las nubes anaranjadas con el destino, ¿Reflejaría algo en este lugar?, solo se que decidí sentarme acá o allá, bajo ese cielo naranja. Se puede ver pequeños trozos de cielo celeste. El lugar se encuentra muy poco transitado, será porque es muy temprano para las personas que fingen soñar o dejan pasar un atardecer muy hipnótico y silencioso pero muy hermoso. Un hombre, aburrido consigo mismo, se sienta en un banco verde a unos siete metros de acá. Quien sabe porque.
Minúscula social y personalmente. Pantalones cortos y remera viva. También se deja contemplar por el cielo naranja. Un esplendor mutuo. Sus ojos son estridentes y suaves, no pestañea desde que se sentó ahí. Lucido y sonriente, parece feliz al mirar las nubes anaranjadas. La tarde noche decaía. Sexo, drogas y alcohol. Miles de personas salen como cucarachas al prender la luz, inundando el lugar en un desierto de personas. Este tipo sigue ahí, mirando hacia el cielo, la noche entra con sus enfermedades y miedo mientras las nubes toman un color naranja oscuro. Mire hacia arriba buscando una realidad que había encontrado en hombre en las nubes, baje la vista con desilusión. El hombre se escapo de la vista de todos, pero a nadie le importa. Lo busque con la vista y lo vi, salio de un almacén con una botella de vino barato entre los dedos. Las nubes siguen ahí, el hombre se deja llevar hacia allá. Una estrella rompe en el cielo y empieza a brillar, pequeña y delicada, al mirar la estrella, el hombre, da el primer trago de vino.
Las personas caminan indiferentes, irreales.
Las horas pasan, la noche oscurece y el hombre sigue en la misma posición, el vino derretía sus sueños y lo mantiene despierto, lucido en sus manos. Desde lejos se ve otro hombre, nada en especial, solo sus zapatos brillantes. Se determina a caminar hacia el banco donde se encuentra el hombre, que sin darse cuenta, sigue mirando el cielo. Se sienta al lado y le dice:
-Que extrañas esas nubes- Se prende un cigarro y sigue hablando-
-Soy Juan, los rostros se ven feos cuando estás solo.
-Si, las calles son desiguales cuando estás abajo.
El hombre le pasa la botella a Juan y siguen así varias horas, tomando vino y viendo el cielo. El banco se llenaba de botellas vacías y suciedad. Las nubes se acercan a la vista de estos dos hombres, están grises y desatan música y luces blancas. La estrella que iluminaba el cielo cerro sus ojos, ahora esta débil y volátil.
En la ruidosa cuidad, el hombre rompe el aire y dice:
-Mira, empezó a llover.- Con voz seca y nasal. -Todo a la realidad.-
Los rostros salen de la lluvia.
Juan lo mira y le pregunta con imparcialidad:
-Ahora qué?
-Empecemos de nuevo- dijo el hombre mientras se sube la remera hasta el torso.
-Nadie recuerda tu nombre- dice Juan saboreando el vino.
Rompe la botella que tiene en la mano y empieza a clavar los dientes irregulares del vidrio en el cuerpo del hombre, mientras este grita figuras inexistentes. Juan abre un orificio en el estomago del hombre, saca un puñado de carne viva y lo guarda en un bolsa con botellas vacías y se va.
Las personas caminan indiferentes, irreales.

lunes, 22 de diciembre de 2008

Pastillas para olvidar

Burbujas interminables de agua con un poco de alcohol.
Agua lleno de felicidad. Escasez de naturaleza.
Verde de psi-trauma. Lucha de dedos
Psicología imperfecta. Pastillas de placer.
Flores acidas terminan coloreando el paisaje rojo
de una noche de verano.
Serán niños jalando pegamento.
Dos muros cierran mis ojos, mientras caigo al abismo
Siento unos cuantos bichos subiéndome por la conciencia.
Dentro del cielo hacia el limbo. Pastillas depresoras.
Pastilla del temor. Fetos lloran su pena. Terminaran con
hematomas en la cabeza. Daré golpes a mi mente, solo
para volver a sentir otra vez. Despertar y soñar, volver
al tiempo y espacio, terminar el día bajo una luz roja.

sábado, 20 de diciembre de 2008

Ojos

Círculos redondos en la masa viva de un irreal físico, flechas de fuego en su interior enciende su cíclope
Como un volcán en erupción, derramando vino púrpura en un mar de hojas secas al sol de las mañanas.

Cangrejos galopeando sus playas por algún interés en la cabeza de sus sueños oníricos,
peces amarillentos nadan bajo una sombra alucinógena deslumbrando y dibujando una realidad destruida.

La dilatación de los ojos espanta la costumbre en un lucido manto negro, diluyendo en imágenes
Dibujadas a mano por algún sueño surreal en mil estrellas y luces ópticas en las pupilas

Gotas de vino caen en mi boca, desatando una locura irreal, surrealista y senil,
puntos negros terminan en mi sien devorando toda realidad existente.

Fucionando aca y alla (Cut Up)

Voces muy calladas perdieron sentido,
y el verde inundaba un azulesco cielo,
sin discusión, a lo lejos sus mentes
perdidas en el desierto, en las ciudades
carentes de pavimento gris. Aca y allá.
Toda realidad termina en mis oídos
bajo luces rojas se mezclan
impacientes vacíos.
Luces blancas pintan cadáveres lucidos
destrozados por el tiempo. Bajo una luz roja
inmortal como las voces muy calladas.

Discurso Periferico

Mirando al pavimento, negro y gastado por los dudosos artistas de invenciones totalmente sádica.
Seguir hasta que el tiempo se renvalse, rompiendo en un mar de ingestión cardiaca. Corazones negros
de pus, densos y impregnados de un olor a muerte. Lápices de colores dando punteadas en mi cerebro
escribiendo una clase de dictado confuso para el sentimiento humano. Sintiendo que el ego se difusa
y trate de escapar ampliando el marco ocular con filtros color cielo, bordeando por pequeños pinceles
dando surgimiento de alguna sustancia rara en el páncreas. Fluidos eléctrico pasan por mi mente.
Corales de peces minúsculos con ojos débiles y sin orbita tratando de nadar hacia algún lugar correcto,
donde la corriente se materialice en una serpentina línea de hembras y semen. Preparando para fertilizar algún
universo donde nada gire, donde el tiempo resbale por un tobogán en cualquier plaza donde halla arena
cristalina y tibia. Arena pulsante donde millones de personas pasan por el mismo lugar preguntando distintas
cosas. El aliento sabrá a cuantos para vagabundos, mezclándose con la fresca brisa de humo con la teoría de
realizar vasos de papel y porteros de plastilina donde hacen los últimos toques para empezar un nuevo turno a la noche.

viernes, 19 de diciembre de 2008

Luces y reflejos

Será otra vez la misma secuencia.
Por la calle donde pasa ese borracho,
en la esquina donde terminan los inviernos,
ese árbol que crece hacia nosotros.
Mis ojos taladraban esa oscuridad,
sentía escuchar esos sonidos insignificantes.
Aguda locura parecía dilatar mis ojos
cuyo sabor a vino en cada punto, frió y inmóvil.
Imágenes que nunca sucedían.
¿Que es sentir? Son sentimientos que pugnan por
expresarse como tales y que sin embargo tropiezan...
saliendo de ese estado de introspectiva consigo mismo
retorcido y deforme.
Toda utopía se toma enfermiza.
Grandes lienzos de humo se escapan al espacio
punteada por agujas de agua y granizo.

jueves, 18 de diciembre de 2008

Hablando con mi mente, demente

Volver de fumar puede ser un viaje de ida, solo un rato,
ver sombras ocultas en la retina del ojo humano.
Sensación de calidez y puntos fríos en los dedos,
luego un algo bajando a los pies como una catarata de sonidos y
luces que rompen en los sueños.
Noches eternas de la nada.
Antimateria inferior del núcleo de la afección intrapulmonar.
Será lo mismo de siempre pero indiferente,
solo cambia una cosa. la cosa no tiene nombre
y nadie pregunta de donde salio.
Hay teorías que dicen que sale de las profundices del mar.
O otras, desde la mente. el subconsciente que nos perturba, nos dirige y registra.
Verdes mentas suelen alojarse en el paladar teniendo una sustancia industrial en la boca
siendo masticada para expandir su placer. Nos reiremos de algunas cosas,
sabremos cuando hablar o silbar, pensar o sentir. seremos libre como una llama al sol,
una estrella en el espacio, una luz en la superficie parental,
un pájaro yendo a las nubes, o la nube misma
viendo y sintiendo lo interior de uno mismo.

Bajo hojas secas

Dejarse llevar hacia esas pequeñas estrellas distantes,
absorbiendo el ego hasta unos lentos y sórdidos latidos.
Destrozar el tiempo y espacio en pequeños trozos de papel picado.
Rayas de colores después del despertar rompen en un sueño onírico
volviendo luego de unos minutos al eterno sueño lucido.
Tratando de olvidar la realidad para enfrentar
otro mundo denso y surrealista de pequeñas hormigas negras
observadas por una lupa sucia que sostiene un nefasto
tridente de mentiras y repugnancia.
Flotando en un mar de ilusiones ópticas hacia un jardín,
rodeado por el sol y brillante por las gotas del mar,
con árboles de dorsos humanos sosteniendo en sus manos una hamaca roja.
Pausa en un telón negro con pequeñas bolas de colores
arrojadas por una brisa fresca.
Devolviendo realidades con pelos pubicos hacia un techo blanco y sucio por la humedad.