martes, 22 de junio de 2010

Trasformación



Pude sentir las oxidadas rocas cayendo en mi cabeza,
todo su peso contra mis huesos que se debilitan por la
falta de ese porcion del cerebro que lo vi desaparecer.

Puede escuchar, algunos rocas caer al lado mio, respando
todo mis oidos, haciendolos sordos y sin ningun sentido
propio de recuperacion.

Estuve viviendo la vida de la cucaracha solitaria, rebolviendo
la basura de ante de ayer, obteniendo resultados nefeastos,
sacudiendo las mismas rocas haciendola resvalar de mis manos
y cayendo en mi pierna, haciendola inutil e inservible.

No puedo dormir, pero no dejo de soñar...imposible dormir.
Tuve por un segundo la verdad sobre mis ojos, dentro de los
dos ojos no se dividio, y paso a ser mentira, nunca quise
reconocerlo. Ahora estoy tan cerca de algun lugar, ya no quiero
estar en nada, prefiero no tirar las rocas que caen hacia mi,
sino de trasformarlas en algo que me ayude.
"Me gusta los abrazos", me dice.
"A mi tambien, pero soy tan idiota con esas cosas", le conteste.
"No esperes a nadie, buscalos y ellos estarán ahi, quizas con las manos
en los bolsillos...", la interrumpi, "¿entonces?"..."hay varias formar
para abrazar el corazon"
"¿te puedo abrazar?", dije.

lunes, 21 de junio de 2010

me duele el pie

voy a cambiar este cambio
lucido en mis sueños y dias de sol.

quiero que fabio tome las desiciones por su cuenta
y no por tener un proceso fisiologico causado por
tal sustancia etilica.

espero no desesperarme,
quiero estar mejor.

viernes, 18 de junio de 2010

Celebra el dia

te habias quedado dormida en tus miserias,
te seguia hablando al oido, sobre las señas
de tus dedos que me limitaron a liberarme,
de algun modo, a esto que llamamos vida.

cuando calle y el silencio emergio de las paredes
pude oir murmurar a los rios que descanzan
en la falda de las montañas, parece que todo
estaba en donde relamente encajaba. No podia
correr ni tampoco era lo necesario ya que
abrazabas mis piernas.

vivir cuesta vida, el rojo blanco del viento,
dedos caidos y flores podridas en el suelo.

"...vacia"



La explosión detono cada pensamiento irracional, las ventanas del baño se rajaron vagamente, el panorama emerge en lienzos de humo. La sangre, si puede rebalsarse, inunda los azulejos. Los pedazos de su mente yacían cerca del espejo, nunca se puso a pensar si alguna vez los necesitaría. Dara vomito algo mas de vino, la carencia de sangre y parte del alma le produjo una sensación de liberación, pero con un vació al fin. Pensó, no podía dejar de pensar, un eterno paseo por la luna.
En la sala, Joel, se mantenía curvado hacia si mismo, Dara sale del baño, tiene los pies húmedos. El sillón se mantiene corrida ligeramente hacia la izquierda dando constantemente hacia la pared blanca. Entre medio, una mesita donde hay paquetes de cigarrillos vacíos, botellas de distintos colores y una venda que cuelga en su aparente final. Parece que el mundo ha desaparecido, no venia ningún caos proveniente de el. El sol no llega al balcón y las flores empezaron a marchitarse. Dara se dirige al sillón diciendo.
-tengo el cuerpo vació...Joel me pasa algo malo-. Joel se incorporo, agarro el tinto.
-oí una gran explosión en el baño, ¿qué paso?-.
-la sangre se esparció por mis ojos, luego transito por todo mi cuerpo y cayo en la rejilla del baño. Estoy súbitamente vacía y parece que me olvide de buscar mis pedazos rotos, me arrepiento pero no voy a volver a entrar a ese baño-.
-podría ir a buscarlos, pero no se si queres-.
-nunca podrías, ya que solo son mis pedazos rotos, te inundaría en desesperación y cesarías en un eterno paseo por la luna. Ya que estoy vacía puedo decir que esta conversación es sumamente efímera-. Joel se paro con indignación, algo enojado.
-¿de que hablas?, haz cambiado todo método de vida, por algo estamos donde estamos. Si fuese así, el sueño de los pájaros enfermos seria ¿volar?-.
-Siempre con ese humor Joel, ¿algún día me llevaras a conocer el cementerio y bailar algo de vals?-.
-¡Mierda Dara, te desvaneces como la niebla!-. Dara reacciona y toca sus pies, como el humo del cigarro que cuelga del cenicero, se esfuma en el aire.
-Tengo miedo Joel, ¡hace algo!-. Dara empezó a llorar, las lagrimas nunca salieron de sus ojos. No dejo de mover las piernas que desaparecen cada segundo. Joel queda petrificado, no pestañea en ningún momento.
-Voy a buscar tus pedazos rotos-. Vocifero Joel.
-¡No!, no podes entrar ahí, ¿qué haces?, vení para acá-. Desesperada grita Dara a Joel que mantiene la mano en la perilla de la puerta del baño. Las ventanas yacían pálidamente rajadas, todo permanece igual, los azulejos nadando en microbios, la tenua luz y el espejo refleja algún alter-ego.
-acá no hay nada Dara...-. Dara queda ausente, procesando los minutos que pasaron desde que salió del baño.
-¿cómo?-.
Joel parece molesto por algo, se mira al espejo. Posee un agujero en su cuerpo que traspasa por completo su torso. Pálido del miedo desliza sus dedos, su mano que traspasa su panza y espalda. Dos palos de madera en paralelo se incrusta dentro de el. Mira en el espejo el interior del agujero y la ve a Dara. No dice ninguna palabra hasta que salió del baño-
-Dara...-. Miro de reojo y luego en toda su totalidad, Dara empezó a gritar, seguía desapareciendo. Se levanto lentamente y se dirige hacia Joel en una camina espectral. Se coloca al frente y pasa su mano por el agujero.
-¿madera?-, dijo Dara.
-parece pulida por las mismas manos de dios, ¿otro vaso?-.
-por favor-.
Joel va hasta la cocina, agarra otro tinto, en el trascurso hacia el sillón sus pantalones se desprende de su aparentes piernas. Cae al suelo, la botella se estrella con el suelo. Sus piernas se redujeron en largos palos de madera. Al levantarse sus manos se resbalan, también se volvieron de algún modo en madera.
-No te preocupes Joel, yo lavo el piso. ¿tienes otro vino?-, Dara ya carecía de piernas y sus dedos cayeron.
Dara parece levitar, va a la cocina, abre la heladera y agarra otro vino. Sostiene la botella con los codos, ya que sus manos y muñecas desaparecieron. Al volver a la sala encuentra todo igual, excepto por una silla de madera que yace al lado del sillón, una camisa inundada de fluidos residuales cuelga del respaldo. Dara, casi extinta, sirve dos vasos, uno lo coloca sobre la silla, toma su vaso de tinto de un sorbo eterno. Se estira en el sillón y permanece reducida en su ausencia hasta dormirse. Una niebla gris se escapa por la ventana del balcón. Todo permanece en un rotundo silencio, el espejo del baño cae y se destroza, desprende pequeños cristales y algo de sangre que salpica en los azulejos.
La casa queda vacía, el mar crece en sus cimientos e inunda el aire. Esa noche la sala se redujo en un punto, que luego el escritor de dedos fríos borra por equivocación. ¿acaso nunca pensaron que podrían desaparecer tarde o temprano? Como nacer, pero con un tinte irónico y retorcido.

jueves, 17 de junio de 2010

Valle

Tuve una sobredosis de libertad
no aguante mucho tiempo y caí.
ese espacio que nos mantuvo lleno, rebalso todo
lo que contenía dentro y no supimos resolverlo.
Destinos retorcidos, paredes calladas que no dejan
de murmurar.

Los días son iguales pero las noches
son demasiadas tentadoras para que pasen
así por así. Las tomo y las sumerjo en las manos
se diluye entre mis dedos, caen al suelo.
Luego las luces de los días vuelven a levitar
y sueño un poco, no hay nada en absoluto.

No debí apurar el reloj, aunque este
no corra como el viento.
En toda la tarde no pude verte a los ojos
¿Tiene algún color en particular?
Esa enfermedad empeoro y tuve que dejar que
cayera en todo el cuerpo.
Ayer despertamos sin dormir,
mañana será el día que borre mis huellas.
Pero no puedo quitarme esta sensación que,
hoy inunda ka habitación.

Espero que todo pierda su significado
y que los sueños sean algún pensamiento
absurdo, sin sentido. Por que no dejo de
soñar con imágenes que inspiran sentimientos.
No hay una sola forma en el universo que no
pueda contaminarse de melancolía.

lunes, 14 de junio de 2010

Sin perderme

Una vez me dijeron, "es blanco o negro".
Acá o allá, nunca estamos en un punto medio,
¿equilibrio?,
hoy ha sido un bonito día, ayer fue algo extraño.
Fui caminando hacia un extremo, en ese lugar no existe
causa ni efecto.
Es un mínimo abismo entre un punto y otro.
Días iguales,
noches distintas.
Me perderán de vista,
hasta las raíces de mi árbol olvidado en un cenicero mojado.
Las rocas caen de arriba,
son tan pesadas como las noches en melancolía oxidada,
pero estoy seguro que cada vez mis manos poseerán
suficiente fuerza para atrapar las rocas y apartármelas de mi.

domingo, 13 de junio de 2010

Entre la nada y algun otro punto existe un minimo abismo que diluye el tiempo que perdemos sin darnos cuenta. Al llegar a ese punto, todo los caminos elegidos desaparecen y asi es como los demas se olvidan de los demas.

jueves, 10 de junio de 2010

Buenos dìas!



Habían olvidado las calles detrás de sus espaldas,
y las palomas se fueron hacia el Norte.
El posee varias llaves a su disposición,
no todas funcionan, pero cuando llegue estará
preparado para sacar su llavero. Ella tiene el cuello
erguido y algunas ramas sobresalen de su hombros. Esferas
de colores muertos cuelga de sus ramitas, y una abismo
de hojas se alzan dentro del espejo. El posee manos de tijeras,
oxidadas por la lluvia que broto de sus ojos, algo de agua para
que no se marchite. Ella ha perdido un brazo mientras jugaba con
las hamacas de la plaza, de la parte superior de su cintura, a El,
le sobresale otro brazo, las uñas no están tan bien desarrolladas,
y yacen con hongos devorando los filamentos de sus parpados.
En la noches de lluvia, El derrama sus soles sobre sus sueños,
la noche pasa ausente, a la mañana El dirá, "Buenos días", a veces
la noche es tan horrible. Pero ya aparejaron sus ojos con la penumbra
de la luna. Se levantaran a tomar algo de te, caminarán por la plaza y
sabrán que en algún momento todo será tan circular como el caparazón de
un caracol y tan dulce como la miel de las abejas.

Solo hagalo



Nunca sentimos una felicidad pura,
ya no nos satisface plantar tulipanes
bajo la lluvia. He recuperado la visión,
luego de que el sol de mañana los quemase.
En el delineador del cielo, una gran tormenta
se aproxima.

Los graciosos delfines se han ido, desaparecieron
con un coletazo, que de algún modo corto algo de
realidad y expulso algo de agua por el agujero
de la espalda. El barco se alza fuera de una ola,
un abismo se diluye en el océano. Lo veía al pequeño
Fabio salpicar burbujas, algunos peces amarillentos
se metían dentro de su ausencia.

Las manos se encogieron por el frió, ¿justo a su medida?
escuche una frenética risa estallando en el océano.
Recordaré, si la mente no me juega trucos, estamos allá o
acá. Acá o allá. Como cada pensamiento sumergido en un
sabor agrio de cerverza. "Otra birra",
"¿vasos?", "tres, siempre hay uno que falta".
La noche era trasparenten con los ojos acostumbrado
a la oscuridad. La primera estrella rompe en el cielo.
Mercurio se alza sobre los parpados callados,
otro día diferente.

Fue un placer entonces

Que mas si solo una neblina que cruza por el corazón,
quizás un héroe olvidado emborrachándose en la terraza.
Viviendo tan bien esta vida, que la Señora Muerte deja de
sonreír y de frotarse las manos.
Desaparecer entre los demás, un domingo a hedor de muerte, un
pensamiento lejano. "¿Otro trago?".
Recuerdo desmayarme en el Jardín y llorar toda la tarde por salir
de ahí. "Siempre hay hojas de otoño en el suelo". Olvidarme en alguna
caminata, saltar otra realidad, sueños sin finales surrealistas. Morrones
ojos colisionando con un árbol muerto elevado entre los hijos hermosamente
mutilados. Delineador de invierno, pequeñas rayos solares que no llegan a
mis dedos que son arrastrados entre ríos de mares por crecimiento lunar.
Grandes ciudades ciegas que no llego a ver mas allá de la melancolía.
Mundos redondos que nos hacen caer. Fluidos eléctricos que recortan periodo
de vida con los ojos abiertos, olvidar el pestilente olor a lavadero humano.
Cables pelados llenaron de gas y de relámpagos sin luz dentro. Dosis mentales
adjunto a desaparición mística. Niebla ¿permanente?, hojas de lavanda sumergida
en abismos. Mind Hole, de algún modo, sorprendido. Solo una neblina que cruza
el corazón.