lunes, 23 de febrero de 2009

Un día perfecto,
bebemos sagría en el parque,
y luego más tarde, cuando oscurece,
vamos a casa.

Un día perfecto,
alimentamos a los animales en el zoológico,
luego más tarde, una película,
y luego a casa.

Oh, es un día tan perfecto,
me alegro de pasarlo contigo,
oh, es un día tan perfecto,
haces que me sienta tan bien,
haces que me sienta tan bien.

Un día perfecto,
nos olvidamos de todos los problemas,
somos domingueros a nuestro aire,
es tan divertido.

Un día perfecto,
has hecho que me olvide de mi mismo.
he creido que era alguien diferente,
alguien bueno.

Oh, es un día tan perfecto,
me alegro de pasarlo contigo,
Oh, es un día tan perfecto,
haces que me sienta tan bien,
haces que me sienta tan bien.

Cosecharás lo que has sembrado…

miércoles, 18 de febrero de 2009

Persona Bajo Lluvia*

c) Incapacidad Psíquicas: Tanto el accidente como sus consecuencias han repercutido negativamente en la condición psíquica de la reclamante. Tan es así que su carácter apacible, seguro, alegre y extravertido, se ha convertido en apático, inseguro y angustiado, lo que repercute de manera negativa en la condición psíquica de mi mandante. La actora padece una profunda retracción social y la aquejan temores súbitos a repetir las situaciones atravesadas. Padece a partir del hecho y como consecuencia de este, angustia, temores injustificado, depresión, insomnio, etc.

Estas limitaciones, constituyen un importante daño autónomo e independiente que provoco es la actora una limitación psicofuncional en cuanto impiden una normal vida de interrelación social y laboral. Dicha incapacidad parcial y permanente, debe ser indemnizada a la par del daño físico y en forma independiente , entiendo justo solicitar la suma de Pesos catorce mil en el presente.

d) Tratamiento Psiquiátrica: Los profesionales médicos que han asistido a la actora, coinciden en rescribirle la realización de una tratamiento de psicoterapia de apoyo t la eventual utilización de psicofarmacos. El mismo, si bien se lo estima paliativo y no curativo, tendría como fundamental objeto el evitar el agravamiento de su dolencia la que es naturalmente progresiva y tiende al deterioro paulatino de sus psiquis. La no realización de dicho tratamiento podría determinar que la actora viera agravada el cuadro que padece. En tal sentido, se le ha recomendado la realización de una terapia de objetivo precisos que debiera desarrollarse durante un mínimo de tiempo de 24 meses, en sesiones bisemanal de 45 minutos cada una, cuyo costo estimado a la pecha es de Pesos ochenta cada una, cuyo costo se reclama a los demandante. La sumatoria de dichas sesiones arroja una total para el rubro de Pesos diez y seis mil seiscientos cuarenta.

* Estos hechos son desconocidos por parte de la actora, ya que no recibió dicha carta.

lunes, 16 de febrero de 2009

Una historia repetida...


Me levante luego de algún que otro sueño, estaba en plena oscuridad. La luna soleaba mi pequeño patio. (La mujer del corpiño blanco colgaba algunas toallas en su balcón, me miro y sonrió infeliz mente) Me dirigí hacia la heladera, agarre una botella de vino que colgaba en el cajón de las frutas, estaba por la mitad. El corcho esta destrozado y de el bajaba una gota de saliva sucia. Subí hacia la terraza, en esa noche había mucho viento. El toldo golpeaba contra si mismo estallando en relámpagos mudos. Me senté en una silla que me estaba esperando mirando hacia lo profundo de la terraza. Destape el vino y lo hundí en lo profundo de mi paladar acompañado con algunas flores violetas. Las luces de la cuidad estaban rotas, solo podría ver mi pequeño universo, algunas estrellas y cables negros que pasaban en casa en casa. El viento, frió, voló un pantalón negro que colgaba de una soga. Lo fui a buscar, tenia la botella entre mis dedos. Al darme vuelta para colgar el pantalón nuevamente veo a un señor secándose el pelo con una toalla azul. Colgué el pantalón y me dirijo hacia donde estaba el.
-¿Que hace acá?- le pregunte.
-Mi baño esta destrozado por el viento, vi. la oportunidad y use su baño.
-¿Hace cuando que estaba ahí? Porque cuando me levante no había nadie.
-Hace algunos sueños.- El señor miraba el tanque de agua. Le convide el vino
Hundí mi mano derecha en el bolsillo buscando el paquete de cigarros, no lo encontré.
-¿Tiene un cigarro para darme?
-Disculpa, no fumo.- Al darme esa respuesta lo mire a la cara, unos cortes le sobresalía del rostro.
-¿Que le paso en la cara?- Me miro con un profundo disgusto.
-¿Pasa algo? ¿Dije algo inapropiado?
-No, no- Dio un trago más al vino y me lo pasó. -Te contare la historia.
Lo mire sin pestañear.
-Mi esposa, María Sol, ella me hacia sentir como un "yo". Me hacia nacer todas las albas, a cada instante. A la edad de 37 años le pronosticaron hemorragia cerebral y trastornos del mismo. (Mi hermano camina a trabes del pasillo con tazas en la mano) Una mañana me levante por los gritos "del Sol", salte de la cama y fue corriendo hacia la cocina. Ella estaba ahí, cortándose las venas, el panorama no era más que sangra mezclada con lágrimas. Me acerque a ella, le agarre la mano izquierda, su brazo estaba desnudo, tibio. Siempre tenía ese aroma océano claramente cristalino como espejos con pétalos sabor a mandarina. Pestañee un segundo y su mano derecha paso por frente de mi cara, unas cuatro veces...la historia se interrumpió...una densa niebla anaranjada aproxima desde el cielo hacia el suelo. (El sol se aleja más de mí) Me pare asombrado, el hombre permaneció sentado.
-¿Que mierda pasa?- grite no muy fuerte
-Los ángeles viene por nosotros- El asombro transformo en nerviosismo
-¿Para que?
-Para atacarnos...
-¿porque, que hicimos?
-Ser
Esa noche no pude dormir ni despertarme.

domingo, 15 de febrero de 2009

He tomado la sangre de Jesús, he comido su carne, su padre y a su hijo también.

He visto mi heladera, esta vacía, solo tiene algunas botellas de agua, una leche y un vino

He mirado la luna y me pareció fría, inútil. Me ha alumbrado como cualquier otra lampara sucia, pero esta me ha asombrado.

He caminado por el sendero de mi terraza, con un vino entre los dedos y me decidí no caer.

He visto como quema el cigarro, como la cuidad...por partes divididas. Creo que ya he visto muchas cosas...buenas y malas...sangre y estrellas.

Mi sueño refleja una cuidad perdida, el colectivo marcha atrás, en contra mano.

He visto mi perro morderme los talones, mientras caminaba hacia donde refleje mi sombra.

En la soledad de las terrazas oscuras nada te importa, mas allá de toda circunstancias.

Una lágrima brillante por la luz opaca de la cuidad recorre mi cara, una lágrima purpura, caída en el suelo, borrada por la suciedad de la terraza.

sábado, 14 de febrero de 2009

Una Brisa (escrito con Traveler)

a luz de la mañana caía como un despertador para el pobre Jack, que vivía entre la basura y las moscas, el olor a paco volaba por el aire y sus amigos estaban duros como una roca de mar, de esas que veía cuando era un niño y corría junto a sus hermanos en la playa, encontrándose bajo el sol, como esa misma mañana

todo seguía sin esperar respuesta, los sentimientos inexpresivos de su rostro decaído como miles de gotas en una mañana de otoño. su cabeza sostenía unos cuantos cigarrillos apagados de la noche anterior bajo un humo denso de hojas secas quemadas por los mismos ojos de jack

sus ojos nunca se abrían del todo ya que no había mucho que mirar, los días parecían no terminar y se repetían en constante similitud, las hojas secas caían sin parar al igual que la marea moja una y otra ves la arena de una playa. agarro su botella media vacía de tinto y la vacío en su boca como desayuno, Ha dulce vino, exclamo para si mismo!

el vino daría efecto unos minutos después, absorbiendo su paladar en unas cuantas estrellas de mar y espuma. corría dentro de su marco de equilibrio, saltando y golpeando su mente con su frente, dándole unas pequeñas cargas eléctricas de satisfacción. cayo y decidió mirar hacia las nubes. blancas y llenas de agua.

se veían doradas gracias al sol, ¨como el oro¨ pensó, ¨si solo pudiese alcanzar el cielo, dios mio, el cielo, solo para poder atrapar una de esas nubes de oro, entonces las cosas estarían mejor, lo único que quiero del cielo no es su dios, sino su oro¨ el alcohol se le desbordaba por la boca, y caía al suelo como pequeñas gotitas de sangre, la gente que pasaba lo miraba con asco y indiferencia

soñaba con ese pequeño viaje a las nubes. Ni su mente ni su alrededor valía mucho. Intento pararse pero no podía, pataleaba como una cucaracha boca arriba, la gente pasaba ignorándolo, hasta que una pequeña brisa lo levanto hasta lo mas próximo de un arco iris.

ahora si, era imposible no abrir los ojos, su realidad se veía coloreada, brillante, y la brisa se convirtió en viento que le dio aire, sintió que hacia mucho que no respiraba ni veía realmente. todo era tan claro que lo dejaba ciego y de sus ojos caían lagrimas, como pequeñas gotitas de vino.

la luz blanca lo invadió, desintegrando la oscuridad en su vida

jueves, 5 de febrero de 2009

Perfume De Babel

¿Dios, si creo en Dios? dijo susurrando y con un tinte irónico.
Ahí me encontraba, (por primera vez) indicadores de salidas, instrucciones para el pasajero de seguridad, uso y mantenimiento. Las azafatas que repiten constantemente las mismas palabras perdiendo la gracia de ser ellas. Centenares de personas que, por alguna razón, creo que todos estamos perfectamente conectados por una soga atada al cuello, estirándose cada día mas. No todos los días se viaja en avión, motivo para un nerviosismo latente.
Es unos de esos viajes para meditar, para condenar a la cuidad. Un lugar donde me pueda acostar en el pasto sin problema alguno, observar millones de estrellas y dormir con un silencio que invita a los mejores sueños.
Tenía un poco de intolerancia a los aviones, solo por ser aviones. Mientras las azafatas me indican donde sentarme no tenía ninguna sensación de miedo o ansias, sino como cuando tengo acidez (una pequeña llama adentro del cuerpo que sube y baja). Las puertas condenaron mi última respiración de aire natural, y en ese instante una paranoia surgió con un pensamiento de encierro. Un ataque de claustrofobia siempre complica las cosas. Trate de no desesperarme, todo lo tenia en la mente. Salte de la silla y empezó a caminar lo mas normal posible, buscaba el baño, pero la confusión del momento me llevo a la parte delantera del avión hacia la cabina de comando. Del mismo se escuchaban risas de una mujer y de varios hombres. Me acerque para escuchar (no por ser chismoso, pero ¿quien no asomaría la oreja cuando hay abundante risas minutos antes de un despegue?) una charla horriblemente desquiciada aproximo a mis oídos:
-...parà, parà, parà... ¿hay uno soltero te que interesa?-dijo unos de los hombre, con una voz gruesa y clara.
-si, si- dijo la mujer en voz semi baja.
-¿Ese el que estas realmente prendida?- pregunto el mismo hombre.
-si, si- repitió la mujer.
-pero, ¿no me dijiste cual es?
-no lo conoces, no es de acá.
-ahhh...ok, ok....y después me pagas a mi, "con este viejo también"
"¿En donde mierda sacan a estas personas?" pensé
siguió la charla;
-Este viernes viene Carlita, una semana a casa- dijo la mujer.
-Epa!!!...ahí pueden hacer la cena.
-dale- Dejando caer una simpática risa a los ojos de cualquier depredador.
-Listo, estamos invitados, ya esta. Dijo el hombre. Y los otros aceptaron la invitación.
La mayoría de nuestras conversaciones son intrascendentes, vulgares, efímeras. Filosofamos sobre lo que sabemos y sobre lo que aparentamos saber.
Ya no sentía el shock de minutos antes, así que me fui a sentar. La misma voz de la charla se hizo presente en el avión: "Señores pasajeros, buenas noches. Les habla su comandante Gustavo Weigel. El navío 3142 despegara en minutos al destino de Córdoba." Segundos en silencio. "Por favor abrochensen sus cinturones de seguridad, muchas gracias". A lo lejos, el señalador del cinturón apareció como la primera estrella al atardecer.
Silencio. Luego las turbinas tomaron fuerza, el sonido aparecía como la luna transformando la noche. No emitía mucho ruido, tampoco molestar. La nave acelero, tomando una pequeña inclinación para despegarse del pavimento. El reloj marcaba las 20 horas con 54 minutos. La turbina derecha echaba un pequeño ruido perturbador. Luego una pequeña explosión, como el de millones de cristales rompiéndose surgió a la deriva. El sonido era tan real como en las peores pesadillas. De la turbina salía humo muy oscuro y una pequeña llama detrás de ella. La realidad deformo como en tanto lugares. No era más que miedo y desesperación. Por alguna razón nadie estaba llorando. Algunos buscaban en el pasillo una salida inexistente, otros no expresaron movimiento alguno, solo se endurecieron en el asiento, tratando de entender el panorama. Pero sin embargo, esos pensamiento generaban un fisura en el consiente desatando una próxima locura nerviosa desgarrando con las uñas, piel y pelos en carne viva. Yo estaba inerte, mis ojos reflejaban una muerte irreal, ya no me importaba si me doliera o no. La turbina izquierda exploto en una bola de fuego, pudriendo las personas de esa zona. La nave declino cayendo con la punta hacia delante. Todos caímos. Me mente envolvió en blanco. Algunos cuerpos invitaban al festín, carbonizados y llenos de ampollas rotas. El avión raspaba el metal, aumentando aun más el calor. De repente un ruido enfermizo provenía del fondo del avión. El tanque de combustible había explotado, dejando un mantel de fuego que devoraba el metal y a las personas. MI oído omitía una línea aguda, solo eso escuchaba. La adrenalina me produjo una visión lenta y confusa. Me desabroche el cinturón como pude y me pare, buscando alguna salida. A todo esto el tiempo fue de 6 minutos, un récord en la empresa.
El piso era un montón de gente agonizando de locura, lentamente. De atrás provenía una manada de gente, escapando de las lenguas del fuego. Salte entre los cuerpos, y empecé a esquivarlo, yendo hacia unas de las puertas de emergencia. Una mano detiene mi curso desesperante. Una señora que tenia un bulto de algo vivo entre las manos, me dice "¿Dios donde esta?", la mire y no le pude decir nada. El avión freno abruptamente, la señora cayo golpeándose la cabeza con un asiento matándola al instante. Asome hacia donde estaba ella, todavía tenia los ojos abierto y la nariz le sangraba. Encontré la puerta de emergencia (no debería buscarla). No miraba hacia ningún lado, solo en la perilla de la puerta. Intente abrirla, pero los cuerpos fríos me lo impedían. Eran muchos, así que, empecé a barrer...si barrí los cuerpos que me impedían abrir la puerta. Era difícil como el abrir los ojos la mañana siguiente (si es que salía vivo de acá). Un tobogán inflado salió disparando hacia el piso. Ayude a ayudar a algunas personas hasta que la situación me impedía seguir ahí. El sentimiento era muy impuro, como al de "nacer", como la primera vez entre sangra y confusión. Pise el pavimento y empecé a correr a uno 20 metros me detuve y mire hace el avión, todavía iban saliendo gente. No llegaban ambulancias, los bomberos accionaron rápidamente pero le fuego ya había alcanzado la totalidad del avión. Varios minutos después pudieron apagar las últimas llamas. Todavía no había ambulancias. Muchos murieron por la desesperación.
Cielo de nubes negras y metal hirviendo. Oscuridad gris. Buscan vidas entre las cenizas, que estas mismas contemplan plástico derretido como sangre coagulada llenas de toxinas expulsando humo negro creadores de fantasmas dóciles y estúpidos que cuelgan en los cuellos de aquellas personas como pierdas en la arena...¿eso responde tu pregunta?.