viernes, 30 de octubre de 2009

Nunca más

Las siluetas sueltas, oscuras, están ahí, no hay que tocarlos, sino mirarlos, mirar aquellos rostros que se esfuman al mirar al frente. Están sentados a través de esto. Sus miradas son frívolas, fríos como el mas grande glacial visto. “ayer”, solo fue “ayer” aquellos finas líneas de humo que caen en las caras de tiza, me presento el mundo que suelo caminar, aquel mundo que me ve desaparecer en las calles carentes de pavimentos, en el papel picado de las botellas rotas, esperando…esperando conciliar el sueño nuevamente…esperando.
He oído escuchar hace muchos años, tan solo tenia 7 años: “En los calles de las villas emergencia camina y reza Jesús, por todas las almas de las personas que tratan de sobrevivir en las épocas heladas”



Inyectándose dosis basura en las venas rotas de la cuerda vocales, cuando la sangre empieza a fluir y llega a su cabeza se tumba y empieza a creer en si mismo. El cuentagotas titila y desprende un líquido amarillento arriba de la biblia, la lee todas las noches. Un arroyo de agua podrida pasa por su cabeza entre los laberintos de las pasillos, la culpa lo consume desde afuera, perdió la ausencia, cinco minutos mas y el resto es la vida.

Preocupación

Al cabo de un tiempo todo secreto se revela, se conoce. Mutua en deformaciones, viaja como un iceberg en el océano, se aleja y se deforma, se sutura de presión. Nos alejamos de una Verdad, damos la vuelta a la página y cambia a otra Verdad, cada hoja que volteamos la Verdad se escapa. No trato de proteger nada, tampoco conocerán lo que protejo, en aquel cuerpo no vale la pena discutirlo, no tendría sentido. No es difícil reconocer el caos que se hunde en el lago y pasa por mis oídos. No debería estar muerto, tampoco desaparecer, por el hecho que el caos nos sitúa en este lugar.
El Niño dibuja como lo hace todos los días, tiene los pies descalzos, el alquitrán le sube por los tobillos. Una niña se acerca desde la habitación de cables sueltos, mira la imagen que dibuja el Niño, levanta una ceja, se limpia los mocos con la mano, saborea un chupetín anaranjado, jadea:
-Eso es una mierda- el Niño mira el dibujo, el lápiz marrón se quedo sin punta, la mesa del papel habrá que pintarlo de otro color, el plato vació sobre la mesa sin pintar cubre la proporción de la hoja, el Niño responde enojado:
-La mierda no se mira, se come-
Hay personas cercas, pero nadie se aproximan, murmuran desde lejos, no tienen miedo, solo preguntan, los recuerdos vividos están tan cerca de mis ojos. El Niño echa a correr por la plaza, el viento levanta la arenilla fina que golpea sus débiles piernas, empieza a llover. Las gotas son realmente grandes globos de agua cayendo a su alrededor, se ahoga en la arena de plaza, a unos metros corretean algunas personas, se escuchan el Caos. Aparece.
-Quiero decir que no se ve nada
-Estas realmente ciego, pero ¿que hace en mi propiedad?
-Vine a escribir una carta, mira abajo…los hombres se torturan, se oyen los vidrios romperse.
-Termine la carta o tengo la obligación a llamar a la policía
-No te preocupes, mi tío es jefe de la 2da
-Debería dejar esa mierda
-Debería…

sábado, 24 de octubre de 2009

Dulce Amor

"Dulce Amor", repitió durante todo el transcurso del viaje, volvía al olvidado Barrio Niebla. Sostiene una botella de cerveza barata que había comprado 5 minutos antes en unos de esos autoservicios que esconden sus luces en el precario cartel luminoso que flamea al ras del viento seco de la mañana. Se ven los primeros rayos de sol. Hace 3 semanas que no duerme, tampoco se alimenta debidamente, pero nunca le falta sus botellas de alcohol de colores extraños.
Su manga cuelga de su huesudo brazo empapada con sangre cero negativo, en su bolsillo un mecho de pelo ondulado, color negro, los círculos se destruye en su bolsillo ahogado
en cloroformo. Su boca permanecía púrpura, pero se esconde por el intenso rojo del lápiz labial que a ella tanto le gusta.
Dulce amor
Dulce amor, sonrío al recordar el grito de miedo y dolor cuando ella vio el hacha dirigiéndose a su cráneo, como un ser omnipotente dudo que hubiera sentido algo debido a la gran cantidad de cloroformo que colapsa el sistema nervioso. Se despidió con un beso en la boca, el lápiz labial se pego en sus labios y la sangre rodaba por su rostro. Dejo una carta donde desafortunadamente estaba escrito en un proceso de brote psicótico, las letras se hundían en un punto blanco que la hoja dejaba al descubierto.
-Debió haber sido una persona muy cercana, asumo que algo de intimidad hubo de haber, para matar de esa forma- le dijo el inspector forense a su asistente que escribía cada entupida palabra que pronunciaba su superior.
Los flashes de las cámaras reflejan los vicios de la humanidad y la cara pálida e espectral de la madre al entrar en la escena del crimen.
Destapa otra cerveza, mira como se derrumba las agujas del reloj que marca la 8 de la mañana. Un hombre finamente vestido con un vestido romano antiguo subo al colectivo, empieza a hablar sin mover los labios, las otras personas escuchan con atención, como si escuchasen alguna sonoridad proveniente de su húmeda boca. Reparte unos volantes, extiende su brazo y me da un folleto, empieza a hablar sin mover los labios.
-¿Como puedo oírte si tus labios no se mueven?-
-Es que los ángeles hablan a nuestras almas, al nuestro interior-
Trata de leer el folleto, el alcohol en sus ojos le dificulta la lectura. "Apertura de una iglesia católica", en medio de la carreta, al merced de los rayos del sol, antes los ojos de Dios, las cucarachas muertas. El hombre vuelve hacia él, le devuelve el folleto.
-Dios no existe, y es idiota
-El malo conoce al bueno, pero el bueno no conoce al malo-
El hombrecillo baja en una cabina telefónica, adentro del polvo marrón del árido paisaje.
Termina la botella que abrió anteriormente y baja en un pequeño pueblo, las calles flotan como la neblina que sale de las cañerías. Fue al mercado de rarezas, compro dos vinos cortados. Bajo por la calle principal, cerca del puerto, camino unas cuadras y llego a los diques. Subió por las escaleras los 7 pisos, tenia un cigarro en la boca, los fuma lentamente. Desde el pasillo se podía oler el denso hedor del cianuro, metió la llave como puedo. Un fino humo blanco escapo entre la puerta semi abierta y la pared. Ese mismo humo rodea el cuerpo pálido del hombre que yace en la cama, de su boca sale una especie de arena burbujeante, gotea en el piso, produce un delicado sonido. Su brazo sostiene un trozo de pelo blanco, gastado por el cloroformo, las mangas de la camisa permanecía duras por la sangre coagulada, las botellas de vino en el piso, vacías, no había vidrios rotos. El pájaro verde brillante ha roto sus cadena y se libero entre las chimeneas de las fabricas, expulsando humo creadores de fantasmas entupidos y dóciles. Atraviesa el humo y se hunde en el mar, a veces aparece para tomar un poco de aire. Entre carcajadas suspira, se acerca al hombre, sus ojos se voltearon para atrás, su lengua se hundió en su garganta. Toca sus rojizos labios, mira sus dedos, un tinto rojo recorre sus falanges, sonríe, "Dulce Amor"

jueves, 15 de octubre de 2009

Hielo para las águilas, Charles Bukowski

aún recuerdo los caballos
bajo la luna
aún recuerdo dar a los caballos
azúcar
terrones de azúcar blancos
casi como de hielo,
tenían cabezas
como de águila
peladas cabezas que podían morder
y no lo hacían.

los caballos eran más reales
que mi padre
más reales que Dios
y podían haberme pisado
pero no lo hicieron
podían haberme hecho cualquier cosa horrible
pero no lo hicieron

yo aún no tenía 5 años
pero me acuerdo;
dios mío qué fuertes y buenas
aquellas lenguas rojas que babeaban
desde sus almas.

He visto correr al perro durante el proceso legal

-Tengo que hablar con vos-.
-¿Sucede algo?-.
-Las cosas pasan, hoy debo partir, te acuerdas del viaje, por eso y por otras razones-.
-¿Quieres que te acompañe?
-No soporto la gente muy cerca, me ha pasado de chico, supe revivir, pero dos veces creo que me matarian. Este viaje lo tengo que hacer solo.-
-Ok, no hay problema
-Siempre te guardaste los lugares mas lejanos en que podiamos encontrarnos, decias no saber, yo sabia tu respuesta, pero vos no la decia. Las sombras cuentas tus historias, el hombre de cansoncillos rojos debería estar en la carcel.
-Te podrias ir a la mierda-.
-Gracias por decirlo.

viernes, 9 de octubre de 2009

Humedad

Creo que fume de tus flores
Cae las cenizas del incencio hasta su ultima gota
De un color negro brilloso, se movia con gracia
¿Que esperas que haga?, te lo diré de nuevo
creo que fume de tus flores

Te apoye contra una de las paredes de los sueños
Me hundi en tu cuerpo, deberiamos mirarnos a un espejo
Tu cuerpo se desliza en el aire, con puntas de reloj
¿Quieres que te bese?, te lo diré de nuevo
Creo que fume de tus flores

Los besos apasionados son los que gritas en los sueños
Al frente del muro, empezaste a gritar, hielo y incencios
Creo que fumes de tus flores
¿Te lo diré de nuevo?
He tejido las cuerdas vocales de tu garganta
¿que esperas que haga?

Un dia de viaje, o una razon para tomar ese viaje
¿Qué me dirías? un sin fin de palabras rotas al rojo blanco del viento
Y los virus se llenan de mentiras, las bacterias de miedo
Creo que fume de tus flores
Eran rosas con ojos en los petalos, ojos de felino
Se movian y se rompen al rojo blanco del viento
Creo que fume de tus flores

El doctor se inyecta leyes basura y te arregla las cuedas vocales
te mira los ojos y los pinta de rojo, te borra la flor de tu cuello
su boca se llena de perfume frances, se mezcla con la rabia blanca de sus dientes
¿Esperas gritar?, te lleve al muro de nuevo, te borre tu cuello y pude ver el mismo amor, tenia fecha de vencimiento, un maniquie baila en la cima de tu cabello
El doctor se inyecta leyes que rigen disparar hacia el muro
Creo que fumes de tus flores
El muro cae, destruyendo el beso apasionado que gritaste hace unos varios segundo
¿qué esperas que haga?, te lo diré de nuevo
Creo que fumes de tus flores.

domingo, 4 de octubre de 2009

Mundo

La gente puede cambiar
este mundo mañana
si es que quieren
pero no quieren
porque sienten que
se van a quedar solos
pero hay cosas peores
que estar solo.

"-¿No estaban por allá?, dejaron un rastro de humo-.
-No eramos nosotros, sino los indios haciendo señales de humo,
llamando al sol-."